LA GUERRA SUCIA COLOMBIANA

La real politik del país que orgullosamente presume ser la democracia más antigua de América Latina, es la eliminación de cualquier oposición, real o potencial. A mediados de los 80, cuando el gobierno del entonces presidente Belisario Betancourt negociaba la paz con la insurgencia, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) optaron por experimentar por la vía política legal y fundaron, como parte del acuerdo llegado con el estado colombiano, la Unión Patriótica (UP), un partido político que reunía a intelectuales y militantes destacados y comprometidos de la izquierda colombiana. En un periodo de menos 6 años, más de 4000 militantes de la UP fueron sistemáticamente exterminados por las fuerzas estatales y para-estatales. Un partido político entero fue prácticamente borrado de la faz de la tierra en tiempos de plena democracia. Igualmente, en 1994, los dirigentes de la Corriente de Renovación Socialista son asesiandos impunemente. En los últimos 12 años, más de 3600 dirigentes sindicales han sido asesinados (más de 170 en 2002). La persecución del los mlitantes del Partido Comunista Colombiano (PCC) ha sido una constante de en historia contemporánea de Colombia. 

“Democracia genocida” es el calificativo que utiliza Javier Giraldo, el cura y destacado defensor de derechos humanos. Alfredo Molano, sociólogo y periodista colombiano que actualmente reside en el exilio,  lo resume así: El modelo es simple: se liquida a punta de terror todo síntoma de inconformidad y se somete a las comunidades a la obediencia debida al vencedor.”

Pese a todo, los de abajo siguen insistiendo en su derecho a organizar sus múltiples formas de oposición política. Pero la historia de los de abajo ha sido una historia tragada por el olvido, condenada al mundo de lo invisible, lo ignorado, lo despreciado. Mientras los de arriba monopolizan la riqueza y la historia, lo que le queda a los de abajo es violencia. En contra de los de abajo se libera una cruenta guerra de exterminio que se expresa en:

- Diez asesinatos diarios por razones políticas;

- Más de 20.000 mil dirigentes populares ejecutados extrajudicialmente en 10 años;

- Una desaparición forzada cada dos días;

- Alrededor de un millón de víctimas del desplazamiento interno a causa de la violencia política. ( Los últimos diez años de guerra han producido cerca de 3 millones de desplazados internos. Según estudios recientes, cada hora, ocho familias son desplazadas forzosamente.)

- El 97% para los casos de violaciones a los derechos humanos quedan impunes.

                                                                                                               Fuente: Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo. 2002

Al culminar el 2002, hubieron:

- 544 masacres que ocasionaron más 2 400 víctimas;

- 4 512 víctimas de homicidio político, de los cuales 172 fueron activistas o dirigentes sindicales;

- 734 casos de desaparición forzada;

- 766 casos de detención arbitraria;

                                                                                                                                                     Fuente:  Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CPDH). 2003

Históricamente la guerra sucia colombiana ha servido tanto como un mecanismo de eliminación de toda forma de oposición política (Ver Continúa genocidio contra la oposición política) sino también como el modus operandi para imponer un modelo ecónomico (Ver la Geopolítica de la violencia), dado que el neoliberalismo require de poblaciones y pueblos homogenizados, acríticos y resignados, que dista mucho de lo que es el pueblo Colombiano.

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